ARAKAJI




Llegó la hora del temido arakaji. No por la técnica en sí, si no por tener que aplicarla a una tabla de unas medidas de 50x40 cm.
Tras limpiar la tabla con aceite de girasol, alcohol y polvos de talco, quitar los sobrantes de polvos de talco con un cepillo de alambre y volver a entintar de negro la tabla, coloqué entre dos acetatos limpios la tabla entintada boca arriba y el papel de arakaji (seco) encima.
Dispuse otro acetato limpio encima y comencé a presionar con la cucharrilla de madera por toda la tabla. Apliqué más presión e insistí más en la parte negra de la pupila, la parte superior, las letras en relieve y los bordes del ojo, y el resultado es el que podemos observar en la foto de la parte superior.

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